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Jorge Spíndola y sus “voces laterales”

En una experiencia poética comunitaria, el escritor comodorense presentó la nueva edición de “Calles laterales”, en el marco de su 20º aniversario. “En los barrios populares de Comodoro vivimos, entre otras cosas, esa xenofobia hacia nuestras familias maternas, chilotas, por ejemplo. Cosa que ha ido modificándose con los años, por suerte”, reconoció.

En el marco de la 10ª edición de la Feria Internacional del Libro de Comodoro Rivadavia, el escritor comodorense Jorge Spíndola presentó la nueva edición por el 20º aniversario de su libro “Calles laterales”.

Spíndola es un destacado escritor chubutense. Publicó los poemarios “Matame si no te sirvo” (1995), “Calles laterales” (2002), “Jerez volcado” (2009), “Perro lamiendo luna y otros poemas” (2013) y “Flores encontradas” (2021).

Obtuvo el Premio Nacional de Poesía del XVI Encuentro de Escritores Patagónicos 1994, Fondo Nacional de las Artes. Y con su libro “Calles laterales” fue finalista del Premio Internacional de Poesía del Festival de Medellín, 2007.

En esta oportunidad, presentó la reedición de “Calles laterales” en el Museo Ferroportuario de Comodoro Rivadavia, acompañado por Ezequiel Murphy, Héctor Francisco Allende, Ulises Cerda, Valentina Monje y Gea Nova Ruiz.

Fue una experiencia poética comunitaria. Cada invitado realizó una presentación especial en el evento. Cada uno leyó un poema y además Spíndola leyó en conjunto con una de sus invitadas el poema “18,6 merluza y sarasa”. El escritor contó que este poema nació a raíz del índice de desocupación que se registró durante la gobernación de Menem en los años 90.

Seguido de esta lectura, Spíndola se dispuso a leer algunos poemas de “Calles laterales” y contar la historia de cada uno de ellos. “Me di cuenta que me pasé la vida prestándole oído a las voces, a voces laterales. Fui construyendo una poética de voces laterales, de cuerpos, cosas, miradas… Por ejemplo, la voz de estas abuelas que no eran las abuelas icónicas de Comodoro, sino esas abuelas paisanas del Newbery, del Pietrobelli o La Floresta”, relató.

Estas palabras de Spíndola, dieron apertura a la lectura del poema “Monólogo de Eufemia (atravesada de viento)”. Jorge también contó en su presentación que durante mucho tiempo trabajó en medios de comunicación, y que a raíz de este trabajo y de escenas que vio, escribió el poema “El círculo de orín”.

“A veces me peleaba con periodistas policiales porque querían que vayamos a tomar fotografías a escenas policiales y a veces, más que escenas policiales, eran escenas de la pobreza”, recordó.

Otro de los temas que tocó el poeta, fue la xenofobia de la ciudad, sobre todo, a personas nacidas en Chile. “En los barrios populares de Comodoro vivimos, entre otras cosas, esa xenofobia hacia nuestras familias maternas, chilotas, por ejemplo. Cosa que ha ido modificándose con los años, por suerte”, reconoció.

Jorge mencionó que durante la dictadura y la guerra de Malvinas, aún recuerda que los padres o abuelos de algunos amigos eran encarcelados. “Ellos eran encarcelados en el depósito de encausados, solo por el hecho de ser chilotes”, recordó.

“Muchos de ellos tenían hijos y nietos, como la familia Almonacid. Son chilotes de Comodoro, cuyo hijo fue el primer caído en Malvinas. El primer caído de Malvinas era hijo de chilotes…”, aclaró.

Estas palabras y esta reflexión dieron lugar a la lectura de “Tras su manto de neblina”. Para finalizar su presentación, Jorge Spíndola le dio lectura a tres poemas más: “Bailongo”, “Calles laterales” y “Lisboa”.

Por Gisela Obando

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