El Club de Cine proyecta “Un crimen común”
El thriller argentino podrá verse este viernes en el Rincón Cultural del Cordón Forestal.
“Un crimen común” (2020), el gran thriller argentino dirigido por Francisco Márquez, se proyectará este viernes desde las 21:00 en el Rincón Cultural del Cordón Forestal (Antonio Di Benedetto 88), en el marco del ciclo “Club de Cine en el Rincón”. La entrada tiene un valor de $400 y las reservas pueden realizarse al 1132607124.
El film es un thriller político que retrata la relación entre la protagonista y su cargo de conciencia. Cecilia, una profesora de Sociología, un día escucha que tocan la puerta de su casa y observa que es Kevin, el hijo de su empleada doméstica. Sin embargo, decide no abrirle las puertas de su casa. Al día siguiente, se entera de la peor noticia.
Tras dirigir junto con Andrea Testa la inquietante “La larga noche de Francisco Sanctis”, Francisco Márquez confirma su capacidad de crear historias políticas impredecibles, a través de atmósferas vertiginosas y sin ventanas que nos permitan escapar.
“Un crimen común” habla de una idea adquirida de lo monstruoso, de cómo se construye y cómo esa construcción mueve las cuerdas internas cuando finalmente se materializa. Pero los monstruos aquí no surgen de la imaginación de un escritor o guionista, sino de la más desigual y violenta de las realidades, la misma que toca la puerta de la casa de Cecilia.
Los personajes de esta película están sometidos a dilemas impensados, cuya resolución, sea cual sea, tendrá resonancias éticas y morales impensadas para ellos y su entorno. Cecilia es una profesora de Sociología de vida cómoda, divorciada y con un hijo, a la que se le queman todas las teorías marxistas que enseña, todas los cuadros y apuntes sobre circulación y dominación del capital, cuando duda si dejar entrar o no al hijo de su empleada doméstica, que trata de huir de la Gendarmería durante una noche lluviosa.
Cecilia debe luchar contra la culpa, pero también contra un bagaje con más libros que calle y con una cosmovisión atravesada por la concepción de un “otro” peligroso, una tensión de clases que lleva a la película a un sendero poco trajinado en el cine argentino contemporáneo, combinando una mirada social con otra más enraizada en la tradición del cine de género. Aquí conviven giros argumentales (la potencial disociación con la realidad) y estéticos (los recurrentes primeros planos de una Cecilia carcomida por dentro) del drama psicológico más tradicional y una atmósfera opresiva y paranoide cercana a los thrillers políticos de los ‘70.