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La Renga dejó a todos totalmente poseídos en Comodoro Rivadavia

Dos shows de más de dos horas y media, marcaron el regreso de la banda de Mataderos a la tierra de los vientos después de nueve años. Fueron 31 temas por noche los que sonaron en el Predio Ferial, donde se vivió mucho más que rocanrol. Gestos que trascienden lo artístico, hicieron de esta visita algo inolvidable.

El jueves 19 y el sábado 21 de septiembre, La Renga ofreció dos shows descomunales en el Predio Ferial de Comodoro Rivadavia, con Abelardos como invitados durante la primera noche y Voy A Cabecear Un Auto en la segunda.

Fue un regreso más que esperado, porque el combo de “Chizzo”, “Tete”, “Tanque” y “Manu” volvió después de casi una década. Lejos quedaba aquella visita en medio de la gira de “Pesados vestigios” y el retorno parecía utópico, sobre todo, porque los oriundos de Mataderos hacía mucho tiempo que tocaban en estadios de fútbol, o en inmensos lugares acondicionados al aire libre para albergar un espectáculo de tal magnitud.

Por diferentes motivos, en Comodoro se complica organizar un show de estadio. Entonces, quedaba el Predio Ferial como única opción. Y nuevamente, como hace nueve años, la productora local “CDM Producciones Patagónicas” asumió el desafío, pero ahora por partida doble, algo inédito para una banda en ese escenario de la zona norte de la ciudad.

Si bien La Renga ya había hecho doble fecha en 2002 y en 2003, en aquellas oportunidades fue en el Club Huergo, que tiene mucho menos capacidad que el Predio, donde asistieron 7.000 personas por noche que llegaron desde distintos puntos del país y del exterior, como Perú y Uruguay, por mencionar un par de ejemplos.

En ese sentido, Comodoro se vio revolucionada antes, durante y después de ambos recitales, con hoteles, campings y albergues a tope, poniendo en relieve una vez más la trascendencia de La Renga, que genera una devoción reservada para unos pocos.

DOS BANQUETES PARA QUEDAR PIPONES

La primera velada se extendió durante dos horas con 45 minutos, mientras que la segunda duró poco más de dos horas y media. Con un setlist de 31 canciones por noche, el grupo recorrió toda su carrera, con clásicos infaltables, algunos temas que no hacían hace un largo tiempo (como «Dementes en el espacio», con la sección de vientos denominada «Las Cucarachas de Bronce» acompañando al saxo de «Manu») y sus más recientes creaciones, en un clima festivo y cargado de adrenalina y emoción. De tanto fervor, el jueves llegó a transpirar el techo. “Está lloviendo acá”, dijo “Chizzo” en un momento, sorprendido y risueño.

Con cambios de orden, durante ambos shows se repitieron “Buena ruta hermano”, “Corazón fugitivo”, “A tu lado”, “Tripa y corazón”, “Detonador de sueños”, “Parece un caso perdido”, “Ese lugar de ninguna parte”, “Cuándo vendrán”, “Bien alto”, “La banquina de algún lado”, “Canibalismo galáctico”, “En el baldío”, “El mambo de la botella”, “Oportunidad oportuna”, “El revelde”, “El juicio del ganso”, “El rey de la triste felicidad”, “Buena pipa”, “El viento que todo empuja”, “El final es en donde partí”, “Desnudo para siempre (o despedazado por mil partes)”, “Oscuro diamante”, “La razón que te demora” y “Hablando de la libertad”.

Pero hubo siete canciones que no se tocaron el jueves y sí el sábado, y viceversa. “A la carga mi rocanrol”, “Nómades”, “El ojo del huracán”, “En los brazos del sol”, “Las mismas calles”, “Elefantes” y “Ser yo” sonaron en la primera fecha y no en la segunda, donde se escucharon “Motoralmaisangre”, “El rito de los corazones sangrando”, “Flecha en la clave”, “Dementes en el espacio”, “Balada del diablo y la muerte”, “Para que yo pueda ver” y “Panic show”.

SIEMPRE A TU LADO

“Chizzo” no se cansó de agradecerles a los seguidores, a los mismos de siempre, a los que se suman y a los que emprenden ruta para verlos tocar, como cuando el jueves dedicó “Nómades” a todos aquellos viajeros que “van de un lado para el otro, y que hoy se encontraron en este recinto, en este ritual”.

Durante el segundo show, el cantante y guitarrista también reconoció el acompañamiento de “los viejos seguidores de aquellas épocas, cuando tocábamos en el Huergo”, y que en ese instante estaban presentes junto a “las nuevas generaciones que se acercan”. Por ello, mientras se preparaba para tocar uno de los tantos clásicos, manifestó su “alegría por compartir el mismo sentimiento, el mismo mensaje de fuerza, de esperanza, el mismo ‘Viento que todo empuja’”.

Se vivieron momentos altamente emotivos en ambas veladas. En la primera, “Oscuro diamante” fue dedicado a Cristian Marco Andrés Landero, un fan que falleció en 2023 a los 30 años a causa de una enfermedad. Su mamá Marcela había sido recibida por todo el staff en la previa. Una foto del “Chino”, como era apodado su hijo, y una remera fueron firmadas por los músicos.

“No está más con nosotros, pero seguro que está en este concierto. A él le gustaba mucho la banda y su presencia está con nosotros, a través de la música”, resaltó el frontman.

Las dedicatorias y agradecimientos marcaron gran parte de los espectáculos que brindaron los de Mataderos en Comodoro. Cuando estaba por terminarse la noche del jueves, “Chizzo” le dedicó el cierre a su mamá. “Quiero dedicarle este tema a mi querida madre, a mi viejita, que está cumpliendo 80 pirulos”, anunció, y el público estalló en ovación y aplausos.

El sábado, ya pasados un par de temas, el cantante y guitarrista anunció que el recital estaba siendo “transmitido para todo el país”, a través de la página oficial de la banda, por un motivo muy especial: “a beneficio de un niño llamado Lihuén, que tiene un cáncer en la lengua y necesita una operación”. Por lo tanto, se dirigió a “todos los que puedan colaborar para esta causa” y aprovechó el momento para anunciar la siguiente canción: “nada más lindo que estar… ‘A tu lado’”.

Otro instante cargado de emotividad, fue cuando en la velada de cierre, “Chizzo” hizo una mención muy particular. “Este es uno de los temas nuevos que está en la banda de sonido de la película ‘Totalmente Poseídos’. Está dedicado a un amigo motero, del alma, de toda la vida, que falleció hace nueve años, justamente cuando estábamos tocando en este mismo lugar. Fue una noche muy triste para mí. No sé si se notó, pero canté llorando todo el recital. Cada tema, cada frase, me hacía acordar a él. Para el ‘Gusta’, que lo ve del cielo… ‘Buena ruta hermano’, fueron sus sentidas palabras.

A la hora de la despedida, confesó haber pasado “dos veladas extraordinarias, con lo que cuesta, más en estos últimos tiempos, venir tan lejos a tocar”, y anunció “Hablando de la libertad” tras manifestar su deseo de volver antes de lo esperado.

Así pasó La Renga por Comodoro Rivadavia, dejando todo arriba y abajo del escenario, con dos shows impactantes desde lo musical y lo visual, y demostrando una vez más que su bestial popularidad queda chica al lado de su humanidad, de esos gestos que llegan al corazón de sus seguidores, tanto como su música.

Por Lorenzo Martins

Fotos: Aylén Martins

Agradecemos a la prensa de La Renga por las acreditaciones y a CDM Producciones Patagónicas

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