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“El sentimiento siempre es el mismo”

“Corvata” Corvalán, quien se presentará este domingo con Arde La Sangre en Comodoro Rivadavia, hace hincapié en la adrenalina que provoca tocar música pesada durante tantos años y festeja que las nuevas generaciones reivindiquen al metal, sin complejos y con una apertura mental que intenta desterrar las divisiones.

Arde La Sangre, banda que formó Marcelo “Corvata” Corvalán después de la disolución de Carajo, se presentará por primera vez en Comodoro Rivadavia este domingo, en “Ele Multiespacio”, en el marco del “Metal Union Fest Patagonia” producido por “La Rockería”.

El cantante y bajista con pasado en A.N.I.M.A.L. (que también formará parte del festival), habló con PATAGONIA EN ESCENA respecto de esta nueva etapa que asumió en plena pandemia, como así también sobre lo que tuvo que dejar ir, su fe religiosa que va más allá de lo conceptual, la humanidad ante la vida misma y la muerte, la industria musical y el presente de la escena metalera argentina.

“Rompiendo Silencios” (EP de 2022) es el último trabajo de Arde La Sangre, y así se denomina la gira de la agrupación que lanzó su primer LP, “La Cura”, en 2021. Ahora les toca romper el silencio en Comodoro.

“Somos una nueva banda que tiene ganas de hacer algo distinto dentro de la escena pesada nacional, así que estamos apostando a seguir generando nuevos sonidos. Nos gusta mezclar los estilos, los sonidos, cosas más modernas, algunas cosas un poco más electrónicas, pero, sin dudas, nuestra música tiene que ver con el heavy, con el metal moderno”, aseguró “Corvata”.

Después de integrar dos power trío, está viviendo la experiencia de contar con dos guitarristas. “Tener dos guitarras, una de cada lado, se siente con mucha fuerza. Es algo que antes no me había pasado y estamos aprovechando al máximo lo que los instrumentos pueden generar”, resaltó.

Arde La Sangre se completa con Tery Langer (el guitarrista con quien conformó Carajo), “Nacho” Benavides (batería) y Luciano “Tano” Farelli (guitarra, sintetizadores, programación y coros).

“Con Tery venimos tocando hace veinte años, pero el ‘Tano’ fue una sorpresa para mí, por todo lo que aporta con el instrumento, como productor y como ingeniero en sonido. Es el que graba, el que mezcla, el que produce artísticamente. Es una persona muy tranquila, muy cariñosa y un gran músico que tiene mucho para dar”, destacó.

“NUNCA TUVE LA INTENCIÓN DE HACERME MILLONARIO”

A lo largo de los años, Marcelo Corvalán fue renovándose no solo en cuanto a la música, sino también en lo concerniente a la industria musical, algo que considera ineludible cuando se trata de crecer profesionalmente.

“Aunque uno quiera o no, termina siendo parte de una escena, de una industria musical donde hay muchísima gente que no está trabajando solamente en la música. Me mantuve al margen, concentrado en hacer canciones, en escribir, en encontrar un sonido, me refugié mucho en el instrumento. Después, con los años, uno se da cuenta que si no empieza a aprender todo lo que pasa alrededor de la banda, es muy difícil progresar o crecer profesionalmente”, reflexionó.

De todas maneras, aclaró: “nunca fue mi intención hacerme millonario con la música, o hacer las cosas por dinero, aunque uno necesita ganar un poco de dinero para vivir mejor, después de tantos años en la música. Por suerte, siempre estuve rodeado de buena gente que me ayudó a crecer en esa parte del negocio de la música”.

DUELO, FE Y RESURRECCIÓN

En ese crecimiento también tuvo que tomar decisiones y atravesar duelos, que pudo superarlos con la madurez que le dio este recorrido. “Siempre es triste tener que terminar con una banda, o dejar de tocar con la banda que uno soñó toda la vida, pero hay que respetarse a uno mismo, a sus ideales o a lo que siente en cada momento de su vida, no traicionar a la música y ser consecuente con lo que uno piensa y cómo se maneja. Después, está el respeto al público. Si uno no va a estar para dar el cien por ciento, no tiene sentido”, sentenció.

“Corvata” se aferra a su fe en Dios, pero también en lo terrenal, para continuar un camino donde lo espiritual se hace carne con lo cotidiano. “Dios me ha dado siempre la oportunidad de seguir haciendo lo que me gusta, de encontrar gente buena en el camino, grandes músicos”, aseguró.

“Cuando uno va creciendo, encuentra el significado de lo que quiere decir Dios. No es ir a misa los domingos. Tiene que ver con una conexión más profunda, de ser consciente de que uno nace con un talento especial y que tiene que aprender a desarrollarlo y a dar gracias por eso. Ser agradecido es muy importante y la fe tiene que ver con eso, con reconocer las cosas buenas y malas que uno tiene”, argumentó.

Esa humanidad, ante todo, lo ha llevado a vivir experiencias conmovedoras junto a la música, como cuando en 2016 participó junto a otros artistas en un homenaje a las víctimas del atentado a la Embajada de la AMIA y se enteró que una excompañera de la escuela primaria falleció en esa tragedia.

“Ese año, León Gieco, a través de la canción ‘La Memoria’, junto al director de la parte de arte de la AMIA, que se llama Elio Kapszuk, convocaron a muchos artistas y tuve la chance de participar. Dentro de la charla y de las anécdotas, nos dimos cuenta que una compañera de la primaria fue una de las víctimas del atentado. Ahí, la cosa tuvo más sentido y hubo una conexión más cercana con todo ese aporte que uno podía dar a través de esa participación. Fue algo muy emotivo para todos”, recordó.

UN GEN QUE SE MANTIENE INTACTO

Corvalán se ha reinventado personal y musicalmente, y su experiencia le permite tener una mirada positiva sobre el metal argentino actual, porque es parte de una historia  donde el género rompió sus propias estructuras.

“Yo también en mi juventud necesitaba aprender de las bandas pioneras, como V8, Pappo, Billy Bond y La Pesada, u otras cosas que quizás no eran heavys, pero que tenían que ver con una contracultura, como las primeras bandas punk, o Manal, Aeroblues, que proponían algo distinto a lo que se escuchaba en la radio. Hoy, las nuevas generaciones también expresan lo que viven y lo que sienten, con otras herramientas que nosotros no teníamos. Y no tienen miedo a mezclar las cosas, como nos pasaba a nosotros”, señaló.

En ese sentido, resaltó: “tocábamos heavy, no nos podíamos vestir de colores, teníamos que tener pelo largo, había muchos estereotipos que para nosotros eran muy importantes, porque eso tenía que ver con que si éramos auténticos o no. Eso cambió mucho. Está bueno ver que las nuevas generaciones les abren la cabeza a los más jóvenes”.

Pero, en definitiva, sostiene que el gen metalero se mantiene inalterable por la naturaleza intrínseca de ser combativo. “El sentimiento que uno tiene cuando toca esta música, siempre es el mismo, toda esa adrenalina, esa energía, esa fuerza que tiene la música pesada, es lo que nos termina seduciendo. Siempre, en los momentos difíciles de cualquier país, de cualquier sociedad, la música pesada toma protagonismo, porque es una manera de canalizar la bronca y la frustración”, afirmó.

UN ADELANTO DE LO QUE SE VIENE

Por último, “Corvata” dejó la invitación a lo que será una verdadera fiesta del metal en Comodoro. “Invitamos a toda la gente a hacer el aguante, a pasarla bien y a conocer de qué se trata Arde La Sangre. Es una alegría enorme estar por primera vez en la ciudad, en la provincia. Esperamos que no sea la única y que podamos seguir regresando cada vez más seguido”, rescató.

Asimismo, adelantó: “vamos a estar presentando todo el repertorio de la banda, que es nuestro primer disco, ‘La Cura’ (2021), que tiene 14 canciones, y nuestro EP que salió el año pasado y que se llama ‘Rompiendo Silencios’. También va a haber unos covers que la gente espera”.

Podés escuchar la entrevista acá:

Nota: Lorenzo Martins.

Foto: Aylén Martins.

AGRADECEMOS A "LA ROCKERÍA" POR EL CONTACTO CON MARCELO CORVALÁN.
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