Ariel Murúa: “llegar a la calle Corrientes es una locura”
El humorista comodorense llevará su unipersonal a Paseo La Plaza, lo que le significa “un desafío enorme, el primero de muchos”. Integrante de la compañía de stand up “Caras Duras”, y con una importante experiencia como frontman de bandas de rock, redobla la apuesta. “Me ayudaron mucho los más de 20 años en escenarios con la música, pero el ‘éxito’ es resultado de un proceso que está guiado por la búsqueda de crecer”, reflexiona.
“No tan distintos” es el unipersonal con el que Ariel Murúa desembarcará en Capital Federal. Su show de stand up llegará a la emblemática calle Corrientes, más precisamente a “The Cavern” (Paseo La Plaza), el miércoles 15 de noviembre, a las 22:30.
Con las expectativas a pleno, el humorista y músico comodorense dialogó en la previa con PATAGONIA EN ESCENA no solo sobre lo que se viene en lo inmediato, sino también respecto de sus proyectos, de su forma de vivir el arte y el humor en particular, la importancia de la familia en cada desafío y las ansias de un aprendizaje constante.
“El proyecto unipersonal existió siempre en paralelo con ‘Caras Duras’ (ndr: la compañía de stand up que lleva adelante junto a Ezequiel ‘Cheko’ Jovanovich y Gregorio ‘Gori’ Benglenok). La concreción fue una cuestión natural, de crecimiento y de búsqueda. Siempre formé parte de proyectos colectivos, tanto en la música como en el teatro, y creo que era momento de saltar hacia algo más mío”, remarcó.
Ahora encara una aventura soñada. “Llegar a la mítica calle Corrientes es una locura que viene a raíz de esa búsqueda. Siempre alentado por mi familia, que me da la confianza en este proyecto. Paseo La Plaza es un lugar mítico. Así que las expectativas son enormes. Calle Corrientes es un desafío enorme y es el primero de muchos”, afirmó.

LA MÚSICA, EL TEATRO Y LA FAMILIA
Ariel tiene una fuerte relación con la música desde chico. Su vozarrón y su gusto por el bajo y el rock pesado, junto a un carisma innato, lo llevaron a ser el frontman de La Prole (en su adolescencia) y La Rueda de Orfeo, banda con la cual grabó los álbumes “Huellas”, “Es natural” y “Rústico”, además de ser soporte de La Renga y formar parte de importantes festivales en la ciudad.
Por ello, espera poder fusionar sus dos pasiones en algún momento. “La música siempre fue y es parte de mi vida. Desde muy chico. Hoy estoy aprendiendo a transitar el teatro. De todas maneras, estoy trabajando en un proyecto que pueda fundir mis dos mundos artísticos, pero eso se va a dar a su tiempo. Deberá madurar”, adelantó.
En este camino, su familia es el soporte vital. “Lo importante es que el arte siga atravesando mi vida, en cualquier género. Eso lo aprendí de mis padres y eso les quiero enseñar a mis hijos. Es lo que soy. Lo aprendí de grande. Y lo mejor de esto es que, en esta etapa ‘solista’, mi equipo de trabajo está liderado por mi familia. Mi esposa y mi hermana son los pilares de este nuevo modo de vivir el arte”, enfatizó.
EL RESULTADO DE UN PROCESO
Murúa se refiere al éxito entre comillas, dando a entender, sin explicarlo, que la palabra excede al sentido frívolo que se le pueda otorgar. Esto lo lleva a reflexionar sobre el “éxito” de su propuesta.
“Mis monólogos son reales, son cercanos. Eso hace que sea más visceral y todo fluye con naturalidad. Entonces se disfruta, se transmite y así crece, o es la idea. El ‘éxito’ del material es subjetivo, pero disfrutar de esto es lo importante. Me ayudaron mucho los más de 20 años en escenarios con la música, pero el ‘éxito’ es resultado de un proceso que está guiado por la búsqueda de crecer, de aprender y de hacer cosas de calidad”, argumentó.

“NOS REÍMOS TODOS DE COSAS QUE NOS PASAN A TODOS”
Ariel considera que “el humor es reflejo de la realidad actual”, por lo que en estos tiempos “hay cosas que ya no se pueden tocar, pero hay otras que antes no se tocaban y hoy se pueden tocar con libertad”. Lo ve como una “evolución social” que incide en “la mirada sobre lo que nos rodea”. Entonces, “uno sabe y elige moverse dentro de algunos límites”, reconoce.
Sin embargo, no lo ve como un problema para su propuesta. “Mis monólogos buscan ser reflejo de cosas más mundanas o cotidianas, tal vez no tan profundas o ligadas cuestiones más de ideología. Yo busco en el humor hacer reír, con lo difícil que es eso. Creo que la gente necesita reír, sin detenerme en cuestiones más allá del humor. Creo que parte del ‘éxito’ de mis monólogos es básicamente eso: no busco ofender ni evidenciar a nadie. Nos reímos todos de cosas que nos pasan a todos”, rescató.
La respuesta positiva del público genera un feedback que para Murúa es parte fundamental del espectáculo. “Más allá de lo guionado del humor, hay que estar atento a lo que va sucediendo, porque eso pasa a ser parte del show. Es muy difícil escribir humor, porque es impredecible. Uno busca llegar a todos, aunque a todos les llega de distintas formas. Creo que no debe haber mayor sensación de gozo que la risa espontánea y honesta. Eso se convierte en un fin, pero a la vez en una motivación”, acentuó.
Por Lorenzo Martins.
Fotos: Nico Soto.